"Chirooo... Chiroo..."

Luego de seis años, Sebastián Romero volvió a ponerse la camiseta de Gimnasia con la número 17 en la espalda y fue la gran apostilla de la tarde. Chirola jugó más de media hora y redondeó una aceptable labor.

“Chirooooo… Chirooooo…” fue el primer grito del triperío al ver salir a Gimnasia para realizar el calentamiento previo. Sin lugar a dudas, la vuelta deSebastián Romero fue el centro de atención albiazul, más aún cuando Alfaro le pegó el grito y lo mandó a la cancha.

A los 13′ del segundo tiempo, Chirola saltó al campo de juego en lugar de Miloc y se estacionó como volante central, al lado de Imperiale. En una de sus primeras intervenciones, mandó un muy buen centro para Mazzola, quien la bajó para que luego marque Carrera.

Luego, con el ingreso de Perdomo en lugar de Meza, el “17” pasó a jugar como volante derecho, y sobre el cierre, cuando le tocó entrar a Bonifacio por Vegetti, el ídolo albiazul terminó jugando de mediapunta, por lo que le aportó polifuncionalidad y variantes al entrenador.

Desde el vamos, Romero no comenzará de arranque, pero a la vista quedó que para el entrenador será una ficha más que interesante para jugar cuando así se lo requiera, sumado al sentido de pertenencia y clamor popular que despierta.

Y un día, volvió Chirola, para no irse nunca más y retirarse donde debía: en su casa.

Foto: Nair Safenraiter

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